miércoles, 23 de febrero de 2022

Literatura de posguerra: años 40.

Características generales


     España había salido de una guerra civil (1936-1939) y para los nuevos escritores la literatura no podía ser un mero juego formal, sino que debía dar una respuesta a la desoladora realidad que se vivía en el país.
     A la muerte de grandes escritores, como Unamuno, A. Machado, Valle-Inclán, Lorca, Miguel Hernández, etc., hay que añadir el exilio de otros, como Alberti, Juan Ramón Jiménez… Esto supuso una ruptura traumática con la literatura anterior a la guerra.
     Esta imperiosa necesidad hizo que las obras literarias de posguerra estuvieran llenas de contenidos humanos, como la angustia existencial, la denuncia de las injusticias, la solidaridad o la experiencia íntima y personal que un escritor comprometido con su tiempo podía elaborar en el contexto de una dictadura.
Además, hay que tener en cuenta que las autoridades franquistas limitaron la libertad de expresión (censura). Para poder comunicar las ideas, muchos escritores recurrieron a los símbolos, a las metáforas y a una complicidad con los lectores, que debían leer entre líneas.


Años cuarenta.

     La década de los 40 fue el período más represivo de la dictadura. Ante la imposibilidad de expresar la oposición ideológica al régimen, los escritores mostraron su descontento sin asociarlo directamente a la situación social y política que se vivía, sino a la condición humana, sujeta siempre a las miserias del dolor, la angustia, la muerte o lo absurdo de la vida.

-Poesía-.

Podemos distinguir dos líneas: poesía desarraigada y poesía arraigada. La poesía desarraigada, contraria al régimen, manifestó su angustia ante una realidad inhóspita, incapaz de ofrecer consuelo. Los poemas hablan de las miserias sociales, de la injusticia, de la hostilidad de la existencia, del dolor...Por otro lado, la poesía arraigada, cultivada por los adeptos al régimen, se centra en temas intemporales -familia, patria, religión, amor... Predomina una ideología conservadora y una visión optimista y esperanzada del mundo.

Poetas desarraigados:

Destacan dentro de esta corriente Dámaso Alonso (Hijos de la ira), Blas de Otero (Ángel fieramente humano, Pido la paz y la palabra...), Gabriel Celaya, José Hierro (Tierra sin nosotros, Quinta del 42...) y Miguel Hernández (Viento del pueblo, El hombre acecha...), entre otros, aunque este último fue el principal precursor de la poesía social

-Dámaso Alonso (Madrid, 1898-Madrid, 1990).


(Fotografía tomada de cervantes.es)


     En 1944 publica Hijos de la ira, donde expresa: "Escribí lleno de asco ante la estéril injusticia del mundo y la total desilusión del ser humano". Él mismo definió como "poesía desarraigada" al tono desgarrador de las injusticias y de la hostilidad de la existencia. Conoció a Vicente Aleixandre, quien le descubrió la poesía de Rubén Darío y de Juan Ramón Jiménez. En la Residencia de Estudiantes conectó con sus compañeros de generación (Lorca, Buñuel, Dalí, Luis Cernuda, Alberti...). Trabajó en la Universidad de Berlín como lector; en Cambridge, como profesor de español; en Estados Unidos...Fue director de la Real Academia de la Lengua (1968-1982) y recibió el Premio Cervantes en 1978.
  

-Miguel Hernández (Orihuela, 1910-Alicante, 1942).


(Fotografía tomada de elpais.com)

     Compartió versos, ideas... con los poetas de la Generación del 27, sin embargo, lo ubicamos en esta etapa porque gran parte de su poesía es el puente que une a los autores del 27 con la poesía social y existencial de los años 40-50. 
     Nacido en el seno de una familia humilde y criado en el ambiente campesino de Orihuela, de niño fue pastor y no tuvo acceso más que a estudios muy elementales, por lo que su formación fue autodidacta. De hecho, fue su padre quien se opuso a que recibiera cualquier tipo de formación e incluso abandonó sus estudios en 1925 por orden paterna para dedicarse en exclusiva al pastoreo. Mientras cuidaba el rebaño, Miguel Hernández leía y escribía sus primeros textos. 
     Con veinticuatro años viajó a Madrid y conoció a Vicente Alexandre y a Pablo Neruda; las ideas marxistas de Neruda influyeron en Miguel Hernández, que se alejó del Catolicismo e inició la evolución ideológica que lo conduciría a tomar posición del bando republicano y a alistarse como voluntario durante la Guerra Civil. Durante la contienda contrajo matrimonio con Josefina Manresa. Publicó poemas en revistas como "El mono azul" y "Nueva Cultura", y dio numerosos recitales en el frente. 
     En su trayectoria literaria, hay 3 etapas:
-Una primera en la que visita Madrid y contacta con las Vanguardias y con el grupo del 27. Como resultado de aquella experiencia, destaca El rayo que no cesa. (1935).
-Una segunda etapa que es al estallar la Guerra Civil Su obra Viento del pueblo (1936) destaca por un lenguaje poético sencillo para llegar al mayor número de lectores y animarlos a defender los ideales republicanos.

 “Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplados a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas. Hoy, este hoy de pasión, de vida, de muerte, nos empuja de un imponente modo a ti, a mí, a varios, hacia el pueblo. El pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendidas al pie de cada siglo.”

-Una tercera etapa, la que comprende el final de la guerra, en 1939. De hecho en abril se había terminado de imprimir en Valencia El hombre acecha, cuando una comisión franquista ordenó la destrucción completa de la edición. Sin embargo, dos ejemplares que se salvaron, permitieron reeditar el libro en 1981. Cuando Miguel es hecho prisionero, en la cárcel, compone Cancionero y Romancero de ausencias (1939-1942), donde con lenguaje sencillo y elemental refleja el dolor de cualquier hombre que ha sido privado de su familia y de la libertad. De esta obra forma su poema "Nanas de la cebolla", escrita tras recibir una carta de Josefina, donde le contaba la miseria que estaban pasando y cómo sólo tenía agua y cebolla para alimentarse ella y su hijo. Una de las cartas de Miguel Hernández refleja las palabras anteriormente enviadas por su mujer:

"Mi querida Josefina:
Esta semana, como las anteriores, llega martes y no ha llegado tu carta. [..] Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros y desesperarme. [...]"

     Miguel Hernández compartió celda con Buero Vallejo en Alicante. Allí enfermó: primero bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis. La intervención del pintor Miró, amigo desde antes de la prisión, fue decisiva para recibir atención médica. Miguel Hernández contrajo matrimonio eclesiástico, muy a su pesar, con Josefina en la enfermería de la prisión, con el fin de facilitar las cosas a su esposa, dado que su anterior unión civil no tenía validez legar en el nuevo régimen franquista. Falleció en esa misma enfermería el 28 de marzo de 1942, con tan sólo treinta y un años de edad. 
 
Poetas arraigados:

     Destacan autores como Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo, Luis Rosales y José García Nieto, entre otros. 

-Luis Rosales (1910-1992). Nace en Granada en el seno de una familia muy conservadora. En 1932 se traslada a Madrid, donde conoce a autores del 27 como Jorge Guillén, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández y su gran amigo Lorca, entre otros. A pesar de su posición dentro de la derecha granadina, Luis Rosales no pudo evitar el arresto de Lorca, encontrándose éste refugiado en su casa. En ese mismo año, 1935, nueve días más tarde, también fue asesinado, en este caso por los republicanos, Joaquín Amigo. Esas dos muertes marcan la vida, tanto personal como literaria, de Rosales, en cuya obra -tanto en Un rostro en cada ola como en su inacabado Nueva York después de muerto, y en otros muchos escritos, tanto poéticos como de ensayo- se reflejan las influencias de ambos amigos.
     En 1937 publica en el diario Patria de Granada, el poema "La voz de los muertos", elegía a todas las víctimas de ambos bandos. A partir de ese mismo año, Rosales colabora en la revista falangista Jerarquía. En 1982 recibió el Premio Cervantes, el galardón literario más importante en lengua castellana.

El lunes 28 de marzo de 2022 hizo 80 años de la muerte del escritor.  El siguiente documental recoge la vida y obra del poeta. Quizá sea un poco largo, pero merece la pena.

https://www.rtve.es/play/videos/miguel-hernandez-centenario/segunda-parte/6469797/



La novela existencial y tremendista-.

            Durante el periodo comprendido entre 1936 y 1942, el género de la novela se caracterizó por su ideología conservadora o falangista, y por ser una continuación del realismo tradicional.
     Los primeros signos de renovación llegaron de la mano de Camilo José Cela, publicó en 1942 La familia de Pascual Duarte (novela tremendista), y Carmen Laforet, con Nada (novela existencial) en 1945. La realidad que se reflejaba en ellas no era el mundo heroico y feliz que difundía la propaganda del régimen franquista, sino una realidad desgarradaviolenta y opresiva caracterizada por el dolor y la angustia existencial.
     La censura impedía profundizar en las causas de esa realidad problemática, pero la desesperanza que se derivaba de la lectura de estas obras transmitía la idea de que se vivía en una sociedad inauténtica, muy diferente del triunfalismo oficial del franquismo.


-Actividades-.

Texto 1. "Insomnio" de Dámaso Alonso, pág. 205.

-Si nos fijamos en el contenido (estructura externa), el texto podría dividirse en tres partes. Identifícalas y explica de qué trata cada una de ellas.

-¿Cuál es el sentimiento que la voz poética quiere transmitir, es decir, cuál es el tema del poema?


Texto 2. "Nanas de la cebolla" de Miguel Hernández (al final del documento).

 -¿Qué características comparten para la voz poética la cebolla y el hambre?

-¿Qué quiere expresar con "con sangre de cebolla se amamantaba" (segunda estrofa)?

-¿Qué característica del niño resalta en las siguientes cuatro estrofas? y ¿qué le proporciona a la voz poética?

-¿Qué deseo expresa al final del poema y qué no quiere que sepa?


Texto 3

Poema "La voz de los muertos" de Luis Rosales (al final del documento).

- Resume el contenido del poema y selecciona aquellos versos que desde tu punto de vista consideres más importantes o emocionantes del mensaje que transmite la voz poética.


Texto 4

-Ejercicios 1 y 2 de la página 213.


"Nanas de la cebolla"

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre
escarchaba de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma, al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol,
porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
y el niño como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

Cancionero y romancero de ausencias, Miguel Hernández.


"LA VOZ DE LOS MUERTOS"

En la voz de los muertos por la unidad del hombre
tierra firme y promesa donde descansa España,
abre a la luz los ojos que nunca amanecieron,
y las islas recuerdan que las unió la espuma,
y los mortales oyen: Ya la tierra no existe,
la tierra que reposa, como un niño, en las aguas,
la tierra que ha inventado la presencia y mantiene
la luz perseverante de su gloria en la tarde,
el perfume indeleble del laurel silencioso,
la duración de ser frente a la muerte clara.


Todo está desolado como un lecho vacío,
la soledad precisa la sucesión del agua
y el resbalar creyente de la arena en el viento.
Cuanto tuvo sonrisa pertenece a la muerte,
ya los altos pinares no ejercitan la sombra,
y nace el resplandor en brazos del olvido,
y se pierde en la espuma la memoria del tiempo.
¿Dónde está, tierra firme, tu sencilla entereza,
si los ojos del hombre, los ojos que llevaron
en su mirada amante toda la luz como un túnel oscuro,
como una tierra estéril donde la mies se agota?
Y tú, ¿qué harás ahora? Tú, la España de siempre,
la vencida del mar, la pobre y la infinita,
la que buscaba tierra para dar sepultura,
la que vuelve los ojos polvorientos al valle,
la España de la ceniza, de espacio y de misterio
que nos brinda la sed y nos muestra el camino.
¡El amor de la muerte te quitó la hermosura,
y el mandamiento alegre de la espiga dorada,
y la belleza efímera del ruiseñor, y el sueño
que despierta la alegre duración de las cosas,
y el contorno doliente de la mujer que amamos
por su presencia triste de carne sucesiva!
¡Y aún descansa en tu frente la esperanza del mundo,
aún sostienen tu luz el sabor del milagro,
la unidad de las flores en el Cuerpo de Cristo,
la vigilia del agua bendiciente y unida
que derramas en los aires claridades y aromas!


Y tú, ¿qué harás ahora? Ya la tierra no existe
y habrá que unir de nuevo la arena entre las manos
para soñar, de nuevo, con su contorno huidizo,
¡la carne de tus muertos no conoce la tumba!
Y tú, la España unida por el polvo, la España
virginal que ha nacido del tiempo y la promesa;
Y tú, ¿qué harás ahora? Murieron los varones
cuya sola presencia cantaba en el silencio
llena de luz entera como el cuerpo del día.
Quieta está para siempre la hermosura del mundo,
quieto, sin movimiento que muestre su esperanza,
quieta divinamente, mientras la luna deja
su doliente esplendor sobre la carne joven.
Y tú, ¿qué harás cuando los muertos vuelvan?
Sobre la arena sola, desnuda y sin rumores,
que consagró a los cuerpos su fervor silencioso,
sobre las aguas tristes que enlutaron la espuma
de sus olas en flor, por los muertos que tienen
toda la mar de España por sepultura y gloria,
y de pie, sobre el viento melodioso y antiguo,
de pie, como murieron, ya sin peso en el aire,
vendrán todos los muertos al corazón del hombre,
vendrán a recordarnos la vida que tenemos,
la muerte que ganaron en penitencia súbita.
Cansados de su cuerpo vendrán, y con la sangre
quieta, y enamorada y en soledad precisa.
Y así en la tierra dura que el trigo amarillece
vuestro silencio ha sido la primera Verdad.


¡Silencio enajenado que la muerte hermosea!
¡Silencio que ha de ser tierra para el arado!
¡Gloria espaciosa y triste donde descansa España
su viril hermosura tan antigua y tan nueva!
¡Tierra entera de sangre que es la voz de tus muertos
y nos da nacimiento, costumbre y agonía!
¡Tierra que sólo brinda paciencia y superficie!
¡Tierra para morir, deshabitada y loca
por cumplir tu hermosura,
Oh España, Madre España!

Luis Rosales. 

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