TIPOS DE ANTÓNIMOS
Los antónimos se pueden dividir, según una clasificación léxica o de significado, en: antónimos graduales, complementarios o recíprocos.
Dos palabras son antónimos graduales
entre sí cuando no son opuestos de forma absoluta en su significado, de esta
forma los antónimos graduales permiten otros términos y variaciones del
significado según el contexto. Un ejemplo sería frío y caliente. Caliente es el antónimo de frío, pero también lo son otras graduaciones de caliente como cálido o templado. Para distinguir estas graduaciones se puede también, por
ejemplo, usar “más” o “menos” junto al adjetivo.
Los antónimos complementarios.
El significado de un antónimo elimina la existencia del otro. Esta relación
puede definirse como incompatible, es decir, no se pueden dar los dos términos
a la vez o, en otras palabras, un término excluye al otro. Por ejemplo: muerto –
vivo; subir – bajar.
Los antónimos recíprocos. Este
tipo de antonimia entre dos palabras crea una relación de dependencia de una
palabra con la otra. Es decir, estas palabras son opuestas de forma
complementaria y no puede darse un significado sin el otro. Por ejemplo:
COMPRAR <-> VENDER.
Conclusión:
-Antónimos graduales: admiten
variaciones, es decir, existen términos intermedios entre los dos antónimos.
Ej. FRÍO --------- (templado)
------------- CALIENTE.
-Antónimos complementarios:
uno excluye al otro. Ej. MUERTO --- VIVO.
-Antónimos recíprocos: uno
implica la existencia del otro. Ej. ABUELO <-> NIETO.
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